OpiniónPolítica

La sucesión presidencial de México

Por Cristhian G-Quintero

Después de ya casi 5 años de gobierno de AMLO, pocos días aguardan la respuesta a la pregunta que cobraba interés al avanzar el mandato actual: ¿Quién será el relevo de AMLO para continuar la 4T? De manera realista se perfilan 3 candidatos de los cuáles el pueblo mexicano espera al elegido para consolidar la 4T y volverla ya no una T de Transición, sino una T de Transformación. Análizamos a los principales candidatos desde el punto de vista de 3 proyectos de nación independientes.

A tan solo pocos días de la tan ya ansiada encuesta de Morena, los ánimos se han visto caldeados entre los distintos potenciales candidatos. Entre los distintos nombres que suenan, de manera realista se perfilan 3 candidatos que potencialmente podrían ser presidentes de México. La ex-gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum ; El ex-canciller de México, Marcelo Ebrard; y el ex-secretario de gobernación, Adán Augusto López. Estos candidatos proyectan a su vez 3 diferentes potenciales proyectos de nación para el periodo 2024-2030. Es importante así resaltar las diferencias entre estos proyectos para vislumbrar los caminos que podría tomar México no solo en el contexto local, sino también en el contexto global. Para una decisión acertada del la rama pro-Morena, es necesario recordar los valores fundamentales de la tan ansiada cuarta transformación, la cual promueve: Un México soberano, independencia energética, libre de corrupción, la abolición de la pobreza absoluta, la inseguridad, la gobernabilidad y la armonización de la nación. Los ingredientes anteriores son puntos claves y justos que cubren la transformación que se espera de México en las siguientes décadas. Abajo analizamos candidato por candidato y describimos la potencial estrategia de nación que se divisa en cada uno de ellos.

Claudia Sheinbaum Pardo

La ex-gobernadora de Morena es una fiel seguidora de la energía verde, siendo este tipo de temas los que trabajó a lo largo de su licenciatura hasta doctorado. En distintas ocasiones Claudia se ha reforzado como afín a estas políticas de energía limpia y ahorro energético. Esto da lugar a que podemos enfatizar en que podemos vislumbrar las políticas que Claudia llevaría acabo en el rubro energético en caso de ser elegida como candidata. El gobierno encabezado por López Obrador ha logrado grandes avances en el rubro energético con ya dos extra refinerías adquiridas a su mando. Sin embargo, podemos presuponer al menos que Sheinbaum usaría estas nuevas refinerías como parte de su arsenal energético pero no haría énfasis en promover la política energética de AMLO, sino que dar un posible giro de tuercas para promover la energía verde. Pese a que la política de energía verde es algo que potencialmente la humanidad necesitará, este tipo de políticas han mostrado no poderse ajustar adecuadamente a los hechos geopolíticos globales sin sacrificar a su vez en el sector económico. Así, una potencial política energética verde de la ex-becaria de la fundación Rockefeller sin sopesar el escenario geopolítico actual podría tener consecuencias económicas para el país.

Por otro lado, no cabe duda que los números en cuestión de materia de seguridad durante el gobierno de Sheinbaum en la Ciudad de México han sido buenos, lo cual suma algunos buenos resultados a su haber. Sin embargo la potencial candidata de Morena ha sufrido ya dos duros tropiezos en su carrera política como lo son la tragedia del colegio Rébsamen cuando era encargada de la delegación de Tlalpan y el más reciente derrumbe de la Línea-12. Estas dos son fuerte negligencias o errores que tienen que tomarse en cuenta al buscar sopesar las diferencias no solo en los proyectos políticos de los candidatos, sino también la biografía política. Cabe admitir que la ex-jefa de gobierno ha tenido un ya largo recorrido a lo largo de los años con López Obrador y que se ha mostrado siempre como parte del equipo cercano al Presidente. Pese a lo anterior, un último nuevo se suma a la lista de Sheinbaum previo a la encuesta de Morena, como lo es el último reportaje de Latinus, el cual reveló supuesta entrega de contratos a una empresa para compra de fentanilo, ivermectina (utilizada experimentalmente en pacientes covid) y otros medicamentos. La empresa anteriormente mencionada se encontraba suspendida por la propia secretaría de la función pública para recibir contratos de gobiernos, mientras que a su vez esta estaba ligada a Carlos Lomelí (investigado por la DEA).

Pese a que Sheinbaum parece buscar la continuidad de ciertos rubros de la administración actual, como lo son la política de seguridad y la política de austeridad económica, Sheinbaum parece ser la candidata a cambiar de manera significativa la política energética de la actual administración para ajustarla a los ideales que ella ha promovido y estudiado, como lo son las políticas de energía verde. Más aún, la potencial candidata de Morena se lee como una política globalista, o al menos que muestra afinidad a políticas globalistas, las cuales han ido abatidas en los años recientes por los distintos acontecimientos políticos como lo son la guerra económica entre China y Estados Unidos, los bloques geoeconómicos y regionalismos, o la guerra en Ucrania que termina de dar un golpe más a la antigua globalización. Sin embargo, el talón de Aquiles de Sheinbaum Pardo parecería ser su historial de escándalos los cuales ponen en tela de juicio la gobernabilidad del país, la cual ha sido trabajada a lo largo del sexenio de AMLO. Así, Sheinbaum se muestra ha mi parecer como una política que ha sido exprimida más allá de su potencial político y que no se muestra como la opción más viable para continuar con un sexenio armónico y de progreso.

Marcelo Ebrard Casaubón

Ebrard sabe que el gobierno del Presidente López Obrador ha sido un gobierno de transición, en el que se han limpiado cuestiones como la energética o la gobernabilidad. Sin embargo, sabe que el siguiente periodo presidencial debe sentar las bases de México como un proyecto de nación. Así, una de las cuestiones más demandadas por el pueblo mexicano es el constante problema de la seguridad. El ex-canciller ya adelantó así su plan de seguridad en caso de ser elegido como candidato de Morena, esto es, el llamado plan ángel. Un plan que busca añadir equipos de alta tecnología e inteligencia artificial para una estrategia de seguridad doméstica. Para la mayoría de los mexicanos con los que he hablado, el plan ángel suena utópico cuando hace referencia a reconocimiento facial, drones e inteligencia artificial, cuando incluso cosas sencillas como calles en grandes ciudades aún no están ni pavimentadas. Sin embargo, como físico yo veo el plan ángel como una potencial herramienta para mejorar la seguridad del país en grandes ciudades y en carreteras. Aún así, esta estrategia ambiciosa deberá elaborarse de manera detallada, contrastar costos y apoyarse con una guardia nacional mejor equipada. Ebrard también plantea una propuesta interesante y razonable (muy glamurosa para la clase media, que es a la que mas se le asocia) que es apoyarse totalmente en el TMEC (USMCA en inglés) y usar el fenómeno del near-shoring como palanca para incrementar la clase de vida para la sociedad mexicana.

Desde un punto de vista geopolítico, quizás de la misma manera que catalogamos a Claudia como una candidata globalista, Ebrard podría ser catalogado como un candidato de regionalismos con visión Norteamérica y TMEC, pese a haber tenido contacto con muchas naciones durante su cancillería. No es un secreto que Ebrard tiene muy buenos lazos con distintos elementos del partido demócrata. Aunque esto podría ayudar a tener buenas relaciones con el vecino del norte, esto también hace pensar en que Ebrard podría desequilibrar la balanza en pro del ente demócrata, siendo las relaciones de México y Estados Unidos posiblemente vulnerables en caso de un potencial (y muy probable) triunfo republicano de Estados Unidos en 2024. Así, el proyecto de nación de Ebrard vislumbra ser un México en pro del regionalismo América del Norte, apalancado del near-shoring para seguir llevando por buen puerto la economía mexicana, y con una afinidad pro-demócrata.

La cuestión abierta es la energética, donde a mi parecer Ebrard terminará adoptando un modelo mixto, apoyado aún en los hidrocarburos pero explotando otros elementos como el Litio para fomentar la industria norteamericana de los autos eléctricos y formar un bloque consolidado contra China. Esto podría ser similar al efecto 1+1 que acuño el académico Zhang Weiwei. Siendo de esta manera México una región de mano de obra y fábricas en la cuestión del Litio, y Estados Unidos el mercado consumista interno. Así, de manera regional se crearía un flujo económico que llovería en México en forma de mejores salarios ¿El problema? La industria de los autos eléctricos (la cuál Ebrard a promocionado) parece mostrar retrasos e inclusive peligrar en su formación debido a los acontecimientos geopolíticos actuales y una potencial renuencia del partido republicano. Sin embargo, no cabe duda que Ebrard se plantea como una opción real al relevo de la Presidencia, siendo un político inteligente, con contactos internacionales y con una visión clara y novedosa de su proyecto de nación.

Adán Augusto López Hernández

La popularidad del ex-secretario de gobernación parecería tener su mayor virtud en el hecho de que este fue apadrinado por AMLO. Siendo Adán Augusto llamado a renunciar a su cargo de gobernador de tabasco para ser el nada más y nada menos secretario de gobernación de AMLO, Adán Augusto ha mostrado ser efectivo y eficiente en cuestiones domésticas para ayudar a garantizar la gobernabilidad del país. El tabasqueño parecería de las tres, la opción más parecida al actual Presidente. Adán Augusto cumple antes que nada con la misión de armonizar el país, no dejando de lado al sur y planeando continuar las políticas energéticas y económicas para incrementar el PIB en el sur de país y así lograr homogeneizar el “Norte rico, Sur pobre”. No cabe duda que Adán es una persona efectiva que busca dar continuidad a un proyecto enfocado a mejorar la política doméstica, mientras mantiene el TMEC y maniobra acorde a lo permitido por Estados Unidos. Esto es, continuar con un gobierno austero, continuar de mejorar y limpiar el sistema judicial en México y las instituciones, dar seguimiento y consolidar los proyectos de López Obrar, continuar con proyectos de infraestructura, explotar el sector energético sin tantas restricciones, y lograr mejoras en la seguridad interna en el país.

El tabasqueño ya ha delatado una campaña de omisión por parte de empresas como Televisa, en lo que llamó una “decisión política”, lo cual deja entrever que ciertos grupos del antiguo México guardian cierta renuencia por Adán Augusto, reforzando la idea de ser el más parecido en términos políticos a López Obrador. La pregunta que se hace cierto sector crítico de la población mexicana es, ¿Entonces que diferencia traerá consigo un posible gobierno de Adán Augusto López en comparación al actual? Mi respuesta sería, a grandes rasgos, no muchas. Adán augusto busca dar seguimiento a las políticas actuales y llevarlas al siguiente nivel de eficiencia, ser perspicaz en las elecciones domésticas para lograr gobernabilidad, continuar con los proyectos de infraestructura, promover la soberanía energética y dar conectividad a la nación. Adán Augusto no ha dejado entrever una particular afinidad a ningún grupo político estadounidense, se ha visto sensato en sus decisiones y se muestra como la continuidad del grupo tabasco. Pese a que lo anterior no suena novedoso, cabe recordar que al fin y al cabo, la actual administración a logrado consolidar a lo largo de los años (y pese a los tiempos covid) una economía estable, gobernabilidad, una monedad fuerte y revalorizada, una buena relación con el vecino del norte, una política exterior neutra. Más aún, ha planteado una esperanza para el sur de México que se veía abandonado en los tiempos del PAN. ¿No es entonces bueno continuar con lo que va bien encaminado?.


No cabe duda que la complejidad del interior y del entorno de México demandan al menos uno o inclusive hasta dos sexenios más para lograr consolidar la cuarta transformación del país. Quizás una de las cuestiones más valiosas a considerar del nuevo candidato es garantizar el continuar con la gobernabilidad en el país a la vez que se consolidan y continúan las actuales políticas de la 4T. Además, el candidato o la candidata elegida también deberá saber maniobrar y tomar decisiones puntuales en el ámbito internacional conforme el potencial conflicto Rusia/China contra Estados Unidos a su vez que los bloques económicos como los BRICS avanzan en dirección a Sudamérica y África, plantenado potenciales retos en los cuales México deberá continuar con su neutralidad en el conflicto Estados Unidos, China y Rusia, a la vez que busca volverse más independiente y soberano sin abandonar sus lazos con Latinoamérica. En unos cuantos días tendremos al anunciado candidato de Morena y podremos vislumbrar que podrá pasar con el futuro de México a corto plazo. Sin embargo, la población joven del país azteca debería a su vez, ya desde antes, analizar el rumbo geopolítico del mundo y comenzar a pensar críticamente como se imaginan a México y el mundo más allá del 2030. Así, se podría ir trabajando desde antes y pensando en reformas para convertir a México en un país realmente soberano y sin ataduras.

Blog del autor: https://mexicanperspective.substack.com/

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba