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Domingo 20: Transmisión en vivo Liga Comunista 23 de Septiembre

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El nacimiento de la Liga Comunista 23 de Septiembre:

En el periodo que abarca los años de 1971 a 1973, el grupo encabezado por Raúl Ramos Zavala, Los Procesos, busca establecer contacto con las organizaciones guerrilleras que habían surgido a lo largo del país con el objetivo de unificarlas en una sola organización.

En el camino entablan relaciones con grupos guerrilleros radicados en Chihuahua, Sinaloa, Guadalajara, Monterrey, Distrito Federal y Baja California. Todos estos grupos estaban conformados en su mayoría por estudiantes universitarios y jóvenes profesionistas que ya habían comenzado a actuar de manera aislada, y ya habían sufrido importantes pérdidas humanas y la detención de algunos de sus integrantes.

La unificación les permitiría adquirir la fuerza humana y los recursos materiales necesarios para expandir su proyecto revolucionario por todo el país. Ramos Zavala, principal impulsor de la unificación nacional de las células guerrilleras, no vería el resultado de esta labor, pues caería muerto durante un enfrentamiento contra fuerzas policíacas el 6 de febrero de 1972. Ignacio Salas Obregón asumiría el liderazgo máximo de la organización a la cual llamaría La Partidaria, y continuaría en la búsqueda de más organizaciones armadas a las cuales sumar al proyecto.

Las organizaciones que decidieron sumarse a La Partidaria serian: Los Procesos, Comité Estudiantil Revolucionario, Movimiento Estudiantil Profesional, Núcleo Central / Los Guajiros, Comando Urbano Lacandones, Los Macías, militantes provenientes del Movimiento de Acción Revolucionaria/ Movimiento 23 de Septiembre, Frente Estudiantil Revolucionario, Federación de Estudiantes de la Universidad de Sinaloa / “Los Enfermos”, así como estudiantes que fueron reclutados de manera independiente.

La Partidaria también se da a la tarea de entablar comunicaciones con otros grupos como el Partido de los Pobres y la Unión del Pueblo. En lo que respecta a la UP, su estrategia político-militar era diametralmente opuesta a la estrategia de hostigamiento y combate permanente propuesta por La Partidaria, por lo que no se integrarían a la organización debido a diferencias políticas y estratégicas. Con el PDLP las relaciones comenzarían bien, pero a raíz del surgimiento de discrepancias teóricas, estrategias y políticas, se daría una ruptura desastrosa para ambas partes.

Después de este largo proceso organizativo que llevaría en un primer momento a Raúl Ramos Zavala y posteriormente a Ignacio Arturo Salas Obregón a recorrer todo el país entablando relaciones con las organizaciones político-militares surgidas a finales de los 60’s y principios de los 70’s, el 15 de marzo de 1973 nace formalmente en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Su nombre es un doble homenaje: “Liga Comunista” en alusión a la Liga de los Comunistas fundada por Karl Marx y Friedrich Engels en 1848 y 23 de septiembre en homenaje a los combatientes del Grupo Popular Guerrillero caídos durante el asalto al cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965.

En su reunión constitutiva, Se establece la estructura organizativa de la Liga, integrada por un Buró de Dirección Política y una Coordinadora Nacional, las instituciones encargadas de emitir las ordenes generales y dirigir las tareas de la organización; los Comités Coordinadores Zonales Político-Militares, quienes coordinaban las acciones político-militares a realizar en sus áreas designadas al interior de la república y con la tarea de hacer labores de agitación y propaganda entre los obreros, campesinos y estudiantes; Comité Militar, encargado de armar y entrenar a los combatientes, así como planear las acciones de combate y expropiación; Cuerpo de Servicios, con la tarea exclusiva de conseguir casas de seguridad y adquirir recursos para los combatientes y la Brigada Roja, el cuerpo de élite de la Liga, conformada por los mejores elementos de la organización y que actuaba principalmente en el Estado de México y el Distrito Federal y en operaciones de alto riesgo en el interior de la república.

Se crean 3 Comités Coordinadores Zonales: Noroeste, el cual abarca los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Occidente, conformado por Jalisco, Michoacán, y Guanajuato, Sur, integrado por Guerrero, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Tabasco. En la zona conocida como El cuadrilátero de oro, comprendida por los estados de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango se crea el Comité Político-Militar Arturo Gámiz, con la tarea de implantar tres frentes guerrilleros repartidos a lo largo de la Sierra Madre Occidental. En la zona colindante entre Oaxaca y Guerrero se implanta la Brigada Revolucionaria Emiliano Zapata como foco guerrillero rural. En Guerrero se establece también el Comité Político-Militar Genaro Vázquez. En la Huasteca Hidalguense y Veracruzana se establece la Brigada Campesina Lacandones.

Respecto al plano militar, la Liga sería la organización más activa de la década de los 70’s y principios de los 80’s. La praxis militar de la LC23S se encontraría notablemente influida por las estrategias guerrilleras urbanas empleadas principalmente en Brasil, Uruguay y Argentina, realizando acciones de hostigamiento y combate permanentes contra fuerzas policíacas y militares con el objetivo de perpetrar golpes que debilitaran a las fuerzas represivas del Estado y obtener el armamento y munición necesarios para armar a los combatientes.

La expropiación a bancos y empresas para obtener financiamiento fue también una práctica realizada por la LC23S en todo el país y de manera constante. Las expropiaciones también se realizaban a escuelas, oficinas y farmacias con el objetivo de obtener materiales como mimeógrafos, papel, tinta, vehículos, material de curación y medicamentos.

Los secuestros con motivos políticos también serían una de sus principales acciones. Tres de estos secuestros tendrían repercusiones trágicas no solamente para la Liga, sino también para las otras organizaciones político – militares a lo largo del país.

El primero de ellos sería el intento de secuestro del poderoso empresario regiomontano Eugenio Garza Sada el 17 de septiembre de 1973 el cual, terminaría con el asesinato accidental del empresario a consecuencia del fuego cruzado entre los guerrilleros y los escoltas.

El 10 de octubre de ese mismo año son secuestrados en Guadalajara el industrial Fernando Aranguren Castiello y el cónsul de Inglaterra Anthony Duncan Williams. Mientras el cónsul es dejado en libertad sano y salvo, Aranguren es ejecutado como represalia contra el Estado mexicano por negarse a negociar con la Liga, quienes exigían la liberación de 51 presos políticos junto con su traslado a Corea del Norte y la cantidad de 200 mil dólares.

Los Asesinatos de Aranguren Castiello y Garza Sada desencadenarían la furia de los grupos empresariales en México, quienes presionarían a Luis Echeverría para emprender una política de combate más férrea contra los grupos armados, exigiendo explícitamente su eliminación bajo cualquier costo. A partir de este momento el Estado mexicano intensifica sus labores de inteligencia contra las organizaciones armadas, aplicando metodologías de terrorismo de Estado tales como torturas, reclusión clandestina, ejecución sumaria y desaparición forzada. Contra la LC23S se crea toda una estrategia de contrainsurgencia que involucraría a todas las instituciones de seguridad nacional. Producto de esta estrategia serían la caída de importantes miembros de la Liga en todo el país y principalmente la detención y desaparición forzada de Ignacio Salas Obregón el 24 de abril de 1974.

El 11 de agosto de 1976 la LC23S trataría de secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del recién electo presidente José López Portillo. Durante el operativo, frustrado por agentes del Estado Mayor Presidencial, muere David Jiménez Sarmiento, máximo dirigente nacional de la Liga, sucesor de Ignacio Salas Obregón. El intento de secuestro incrementaría las operaciones contrainsurgentes del cuerpo especial del Estado mexicano creado para la eliminación de la Liga: la Brigada Blanca (Cuyo nombre nace como contraposición a la Brigada Roja de la LC23S).

Otros secuestros más exitosos serian el de la hija del rector de la UNAM, Guillermo Soberón, y el de Nadine Chaval Casasse, hija del embajador de Bélgica en México, por el cual obtuvieron la cantidad de 5 millones de pesos. De mayor significación sería el secuestro de Antonino Fernández, presidente de Grupo Modelo. El secuestro se da en primera instancia como apoyo a la lucha obrera de los trabajadores de Grupo Modelo en el Distrito Federal, donde la protesta por mejores condiciones laborales e incrementos salariales había desencadenado el despido de 100 trabajadores. Antonino Fernández es secuestrado el 30 de marzo de 1977 y la Liga exige por su liberación la reinstalación de los trabajadores despedidos, la resolución de sus demandas y la cantidad de 25 millones de pesos. El secuestro tiene éxito y los trabajadores son reinstalados y sus demandas atendidas, lo que significaría un importante golpe por parte de la Liga. Sin embargo, la persecución policiaca le impide desarrollar actividades de politización entre los obreros que comenzaban a simpatizar con su lucha.

Pero sin duda, la actividad política más importante emprendida por la Liga serían las campañas de educación política dentro de la clase trabajadora y los centros educativos. Las labores de agitación y propaganda tenían una significación especial para la Liga, ya que sin conciencia revolucionaria no podía comenzar el proceso para el desarrollo de la huelga política general que desembocaría en la guerra civil revolucionaria.

De acuerdo con las tácticas leninistas, la organización vanguardia del proletariado debía contar con un órgano de prensa destinado a difundir entre las clases trabajadoras la teoría que ayudaría a dar forma a la estrategia organizativa revolucionaria. Es así como nace el periódico clandestino Madera.

El periódico sería el primero en su tipo realizado por una organización político–militar en México. Madera tuvo un total de 58 números aparecidos a lo largo de 8 años de existencia, de enero de 1974 a julio de 1981. Durante este periodo, Madera logró hacer un recuento puntual de todas y cada una de las huelgas y movilizaciones obreras acontecidas a lo largo del país, así como de los acontecimientos más importantes, los cuales eran analizados bajo la perspectiva política de la organización. El comentario editorial desarrollaba de manera política la opinión referente al acontecimiento más importante del mes. Se incluían también comunicados de solidaridad de la Liga con las principales luchas obreras y campesinas del país. También se emitían partes militares de las operaciones más importantes de la Liga y se denunciaban la desaparición o asesinato de sus militantes a manos del Estado.

La distribución del periódico era la actividad más importante y arriesgada de la Liga. Su importancia radicaba en el papel que el periódico tenia para educar y concientizar a las clases trabajadoras, ya que, sin la participación de los trabajadores, la Liga no podía fortalecerse. Para emprender esta labor, la Liga desarrollaba operaciones conocidas como repartizas, las cuales se realizaban tanto en las fábricas como en los centros educativos.

A lo largo de su historia, la LC23S contó con 4 liderazgos a nivel nacional, siendo el primero de ellos Ignacio Arturo Salas Obregón, quien estuvo al frente desde el año de 1973 hasta su detención-desaparición el 25 de abril de 1974. Le sucedió David Jiménez Sarmiento, de 1974 al 11 de agosto de 1976, fecha en la que cae en combate. Luis Miguel Corral García asumiría la dirección nacional de agosto de 1976 a junio de 1977. Finalmente, Miguel Ángel Barraza García, asumió la dirigencia de la Liga de junio de 1977 a enero de 1981.

La Liga Comunista 23 de Septiembre logró sobrevivir hasta mediados de la década de los 80’s (algunas otras fuentes ubican su caída definitiva hasta 1990). Sería la organización más golpeada tanto por el autoritarismo mexicano como por la crítica de la derecha e izquierda institucionalizada, así como de otras organizaciones político-militares. A pesar de ello, la Liga se convertiría en una de las organizaciones más emblemáticas e importantes del movimiento armado socialista mexicano.

  • Fuentes de Referencia:
  • La Liga, Una cronología: Alberto López Limón.
  • Amargo Lugar Sin Nombre, Crónica del Movimiento Armado Socialista en México (1960-1990): Hugo Esteve Díaz.
  • México Armado: Laura Castellanos.
  • La Charola, Una Historia de los Servicios de Inteligencia en México: Sergio Aguayo.
  • Imágenes: Archivo del Periódico Madera.

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