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Opinión: Con traición histórica y un candidato anodino, líder de Morena favoreció al PRI en Coahuila

Diana M. González D.Saltillo, Coahuila.

A solo 4 días de las elecciones locales para gobernador y diputados en Coahuila , la dirigencia nacional del Partido del Trabajo echó sobre la ciudadanía de este estado un inesperado y muy traicionero baño frío al pronunciarse por “la unidad y garantía para la coalición Juntos Haremos Historia”, abandonando a “la voluntad de la ciudadanía de Coahuila” a su hasta entonces candidato a gobernador, Ricardo Mejía Berdeja.

Para muchos, el acto significó simplemente debilidad ante la imposición de Mario Delgado y su muy cuestionado “ganador de la encuesta interna de Morena”, Armando Guadiana, pero para muchos otros se trató de una bochornosa traición de dimensiones históricas, si bien para efectos prácticos los votos que recabe la planilla del PT el próximo 4 de junio serán legalmente válidos.

Mejía Berdeja, por su parte, reaccionó convocando en Saltillo a una rueda de prensa atendida por medios locales y nacionales, ante quienes como primer argumento exculpó al dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, por considerarlo víctima de una “extorsión política”, para enseguida solicitar el voto a sus seguidores ya que dijo, “no me bajaré de la contienda”.

La gran pregunta ahora que Mejía ha quedado convertido en un candidato ciudadano involuntario, es si el clamor por justicia, legalidad y equidad de los coahuilenses que él recogió durante casi un año a lo largo de sus recorridos por el estado, será suficiente para derrotar los 18 de cacicazgo de Humberto y Rubén Moreira y sus secuaces: el actual gobernador aún en funciones, Miguel Ángel Riquelme Solís y el candidato del PRI a dicho cargo, Manolo Jiménez Salinas.

Paralelamente Mario Delgado, obviando justamente el periodo del moreirato, ha exhortado a los coahuilenses a no permitir que el PRI estatal llegue a sus 100 años (que se cumplirían de ganar su candidato la próxima contienda), cuando cualquier simpatizante de Morena Coahuila o, de hecho, cualquier militante de Morena nacional podría testificar que el partido carece de estructura electoral eficiente, más allá de los programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Guadiana fue opositor a AMLO

Como si no fuera suficiente es públicamente conocido que el senador con licencia, Armando Guadiana, fue un terco opositor al gobierno de Andrés Manuel López Obrador mientras concurrió en su calidad al Senado, además de ostentar una larga y vergonzosa trayectoria local como explotador de mineros en la región carbonífera, facturero, lavador de caudales y traficante de influencias entre otras “bondades”.

Ante esto resulta casi natural la estampida humana que los morenistas emprendieron hacia el PT cuando Guadiana fue declarado por Delgado el ganador de la encuesta, ya que Mejía había ganado previamente la elección interna, efectuada entre los 70 consejeros estatales del partido.

De entonces a la fecha, la prueba de la escasa simpatía de Guadiana ha quedado a la vista a lo largo de su campaña fallida, no sólo porque su equipo hegemónico siempre estuvo integrado por ex panistas, sino porque para su campaña integró a cuestionados ex priistas como Shamir Fernández y el mismo coordinador estatal, Jorge Luis Morán, quien pagó con despensas a los asistentes a sus mítines, en lamentable rémora del sistema que el candidato de Morena supuestamente debería combatir.

La gran panorámica, entonces, abarca por un lado el desaseado y cupular manejo de Delgado en Morena (incluyendo el uso electoral de las “corcholatas”), frente a la simpatía que Mejía Berdeja generó entre los coahuilenses desde su presentación en el estado como enviado de seguridad del Presidente, hasta el engrandecimiento de su figura como caudillo de las causas justas, traicionado por las máximas fuerzas políticas de nuestro país repetidamente.

Por el otro, existe la bien aceitada estructura electoral del PRI de Coahuila, que tan bien han sabido utilizar sus peores exponentes: sí, esa que se fue construyendo a lo largo del siglo XX y que debería caer en estos inicios del XXI por su añosa, fraudulenta, manipuladora y deshumanizante mecánica electoral.

Yugo priista basado en dádivas

Resulta que a lo largo de estos casi 100 años del yugo priista en el estado, la principal herramienta electoral del partido han sido sus “ programas sociales”, que no es otra cosa que el reparto mensual de despensas, kits de limpieza y la tarjeta de beneficios llamada “La mera mera”, a través de las lideresas encargadas de los 4,250 seccionales  básicos o contiguos, que integran los 38 municipios del estado.

Según don Jesús Morales Flores, ex priista coordinador de acción política en el estado, cada lideresa recibe mil pesos mensuales, ya sea que estén a cargo de un seccional básico o contiguo (el básico integra de 500 a 700 electores máximo, y los contiguos se van abriendo conforme se incrementa anualmente la población en edad de votar).

“En todo el estado”, explicó don Jesús, “hay 4,250 seccionales básicos y contiguos. Cada mes, con nuestros propios impuestos, pagamos a esas señoras lideresas del PRI al menos 1,000 pesos a cada una, una despensa, un kit de limpieza, y la tarjeta Mera Mera que ellas tramitan en recaudación de rentas, donde la pagan a mitad de precio”.

Según su testimonio, hay lideresas que tienen 40 años o más controlando un seccional, por lo cual la llamada “casa amiga” (que es donde se reparten las despensas), suelen cambiarlas de dirección durante las campañas, para no hacer tan evidente el reparto.

“Por ello las despenas las entregan a media noche”, dice, “pero dentro de los 700 electores de un seccional, solamente a los priistas les entregan en promedio 50 despensas al mes, y durante las elecciones, llegan los encargados con 8 o 10 mil pesos para la casa amiga, con todo listo para hacer una discada, frijoles a la charra, sopa de arroz, refrescos, aguas y dinero para gasolina”, entre otras cosas.

Al día siguiente, según relata don Jesús, como a las 10 de la mañana, cada una de las lideresas de los seccionales va despistadamente con su representante de casilla para que les entreguen la cuadrícula de votantes, y así lo hace en repetidas ocasiones a lo largo del día hasta que, como a las 4 de la tarde, según vayan contabilizando el número de beneficarios de despensas que han votado, ellas mismas se encargan de ir por los que hasta ese momento no lo hayan hecho.

“Ellas les hablan a sus coordinadoras de manzana y ésta a sus coordinadoras de acera (a cada una le tocan 10 personas o 10 casas por acera, mientras que a la coordinadora de manzana le tocan 40 casas en promedio), y en dos horas ya llamaron a sus hijos, a los equipos de futbol de la colonia, vecinos, amigos, etc., y los sacan a fuerza de sus casas para que vayan a votar porque tienen el compromiso por haber recibido las despensas”, explica.

Claro que si alguien visita el partido, no encontrará ninguna actividad como la descrita, pues el Departamento de Acción Social del PRI es el controlador de todas las despensas y éste suele estar ubicado en alguna oficina ajena a la institución partidista.

Además, comenta, “el día de elección el PRI paga 1,500 pesos por a cada integrante de la mesa de procesos internos de cada seccional”.

Concubinato IEC y PRI

Todo esto, aunado al concubinato entre el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) y el PRI, permite que este organismo vigile de más las actividades y uso del presupuesto de campañas por parte de los partidos de Izquierda,  (lonas, pegas de casa y carros, espectaculares, banderines, folletos, gorras, etc.) dificultando sus actividades de proselitismo en los 38 municipios y los 4,250 seccionales del estado.

“Alguna gente dice que los programas sociales del PRI son parecidos a los del presidente, pero no es así, porque Andrés Manuel nos dio los beneficios a todos por igual, mientras yo tengo 10 años pidiendo una despensa al PRI de Coahuila y nunca me la han dado”, señala con evidente decepción don Jesús.

“A mis más de 70 años, he tenido que ver que seguimos pagando la estructura permanente del PRI, luego les pagamos cada seis años sus campañas, y después de que les elegimos a sus candidatos nos siguen robando, como en estos 18 años de corrupción, saqueo y de tanta sinvergüenzada”, expresa.

Editor

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