Política

En un Zócalo colmado, López Obrador abrió el juego de la sucesión

El presidente recordó las durezas que enfrentó Cárdenas para elegir a su sucesor y jugó a la incógnita.

Ante un Zócalo colmado, que buscó enviar un mensaje de fuerza y unidad luego de la reciente concentración que realizó la oposición, Andrés Manuel López Obrador conmemoró los 85 años de la expropiación petrolera con fuertes críticas hacia la oposición, a la que calificó como representante «el bloque conservador», y con una reivindicación de su administración de cara a las elecciones de 2024, donde prometió que Morena volverá a ganar en las urnas. 

En un discurso de casi una hora, el jefe de Estado enmarcó a la 4T dentro del legado del expresidente Lázaro Cárdenas, el responsable de la expropiación petrolera de 1938, ya que, aseguró, sus medidas populares generaron «un profundo malestar entre los ricos y en la mayoría de los medios de comunicación» que fueron a solicitar la intervención de los Estados Unidos. «Nos suena, nos suena», dijo para generar la risa del público que se concentró en la capital nacional. 

«Es interesante destacar que históricamente la derecha siempre se reagrupa cuando se pretende llevar a cabo un cambio democrático y se torna de plano intolerante y hasta violenta cuando se trata de reivindicaciones sociales en favor del pueblo», denunció y recordó que en «ese ambiente» de 1939 se fundó el Partido Acción Nacional (PAN), lo que generó el abucheo y la silbatina del público presente. 

En un discurso que pareció un recuento histórico del país, AMLO sostuvo que luego de la presidencia de Cárdenas «se instauró la paz de la corrupción», hecho que finalizó con su llegada al poder porque, manifestó, durante la gestión del partido guinda «se combate a la corrupción» y existe una administración «sin lujos» que todo lo que ahorra lo destina a «financiar los programas de bienestar».

Es interesante destacar que históricamente la derecha siempre se reagrupa cuando se pretende llevar a cabo un cambio democrático y se torna de plano intolerante y hasta violenta cuando se trata de reivindicaciones sociales en favor del pueblo. 

Durante su discurso también estuvo presente el gabinete completo de su gestión. Entre ellos estaban las «corcholatas» del oficialismo de cara a las elecciones de 2024: el canciller, Marcelo Ebrard; la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto. El acto de este sábado también sirvió para medir fuerzas entre ellos, especialmente a partir del respaldo y la recibida que le brindó a cada uno el público reunido. 

Sin brindar ningún tipo de favoritismo, López Obrador afirmó estar «convencido» de que «cualquiera de los aspirantes que resulte triunfador en la encuesta» de Morena para 2024 «aplicará la misma política en favor del pueblo y de la Nación». «Está asegurada la continuidad del cambio. No hay nada que temer. Eso sí, tenemos que mantenernos unidos mirando siempre al porvenir y la felicidad de nuestros semejantes trabajando desde abajo y con la gente y sin descuidar la estrategia que llamamos la revolución de las conciencias», advirtió.

Miles de personas se reunieron en el Zócalo para escuchar al presidente Andrés Manuel LÓpez Obrador.

En un mensaje interno hacia las definiciones que se acercan en el oficialismo, AMLO sostuvo que «solo con el apoyo de las mayorías se puede llevar a cabo una transformación popular para hacer valer la justicia y enfrentar a los reaccionarios que se oponen a perder privilegios». «Nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el Gobierno. No a las medias tintas, no aceptaremos nunca que en México se imponga una minoría a costa de la humillación y el empobrecimiento de las mayorías», profundizó. 

Las palabras del presidente también tuvieron un componente nacionalista, que fueron utilizadas para criticar a los legisladores de los Estados Unidos que durante los últimos días le pidieron a Joe Biden utilizar al Ejército para combatir a los cárteles del narcotráfico. «Ya no es el tiempo de Felipe Calderón o de Genaro García Luna», les dijo y reiteró que «México es un país independiente y libre» y «no una colonia ni un protectorado de Estados Unidos». «Podrán amenazarnos con cometer cualquier atropello, pero jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestra patria. Cooperación sí, sometimiento no», completó.

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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