El domingo 5 de junio se realizarán las elecciones en 6 estados del país y sus respectivas cámaras. Esta elección es decisiva para la oposición moralmente derrotada, pues de acuerdo a todas las casas encuestadoras, estarían perdiendo por lo menos 4 de 6 gubernaturas en el país.
De esta manera, en la arena electoral se enfrentan dos fuerzas muy bien delineadas: por un Este proceso electoral será definitorio para el proyecto de lado, el gran frente antineoliberal la Cuarta Transformación obradorista, que defiende los intereses del pueblo; y, por otro, el bloque de la derecha entreguista y neoliberal, que defiende a los capitales corruptos, saqueadores de la nación y delincuentes de cuello blanco. encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca la mayoría calificada por parte de las fuerzas obradoristas en la Cámara de Diputados federal y en los congresos de los estados, para lograr los cambios necesarios que el pueblo y la nación mexicana reclaman por soberanía, democracia y bienestar social; así como impedir el regreso de la dictadura neoliberal derrotada electoralmente en el 2018, que tanto daño hizo al país durante casi 40 años.
Este escenario político está en el contexto de una situación global marcada por la injerencia del imperialismo en los asuntos internos de los países, a quien sojuzga para asegurar el saqueo de sus recursos económicos y naturales mediante la imposición de tratados, convenios y políticas elaboradas en los centros En oposición al propósito obradorista se ha articulado el bloque de la derecha neoliberal integrado por el PAN, PRI, PRD, MC y otros partidos menores, contando con el apoyo de cámaras patronales y grupos conservadores; la vieja mafia del poder, empeñada en recuperar sus mezquinos privilegios a costa de los dineros públicos, el remate del patrimonio nacional y la pobreza del pueblo mexicano. hegemónicos del capital monopolista financiero internacional o con el uso de la fuerza militar, el bloqueo económico, la desestabilización golpista y el chantaje político; México ha sido víctima permanente de esta política intervencionista que hace intromisión en la disputa electoral que hoy ocurre.