Coahuila

Movimiento Coahuilense: Manifiesto al pueblo de Coahuila

¿Quiénes somos?

El Movimiento Coahuilense Por La Cuarta Transformación se fue conformando el año pasado, primero en torno a la promoción de la revocación de mandato, luego en función de la posibilidad de concretar una candidatura independiente y opositora de verdad al cargo de gobernador. En él participan de manera libre, no corporativa, grupos y personas de lo más diversos de todo el estado, hombres y mujeres con partido y sin partido, individuos de profesiones y quehaceres diversos, campesinos, obreros, empresarios, estudiantes, trabajadores y trabajadoras del hogar, y en general todos los que se identifican con los grandes objetivos de transformación social del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El Movimiento Coahuilense ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en un movimiento de movimientos, pues hoy agrupa, sin corporativismos ni clientelismos, a expresiones organizadas de maestros, colonos, campesinos, trabajadores y extrabajadores, ganaderos, entre otras, que dan cuenta de su carácter incluyente y su talante democrático.

¿De dónde venimos?

Coahuila tiene una importante tradición de luchas sociales. La Tercera Transformación, la de la Revolución mexicana, comenzó en nuestra entidad, cuando el Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero, movilizó al país para terminar con el Porfiriato. Después Venustiano Carranza se levantó en armas contra el asesino Victoriano Huerta, dando lugar a un movimiento revolucionario de amplias proporciones que derivó en la Constitución de 1917.

Pero ha habido otros hitos, como las luchas de los campesinos de La Laguna, que tuvieron su desenlace luminoso en el reparto agrario de 1936; la huelga de los mineros de 1950 en Nueva Rosita y la Caravana de la Dignidad que le siguió; el movimiento estudiantil por la autonomía de 1973 en la entonces Universidad de Coahuila; la huelga histórica de los obreros de Cinsa-Cifunsa de 1974, en Saltillo; las luchas obreras de los trabajadores de Altos Hornos de México y los mineros en la década de 1980, prolongadas hasta el presente; el Movimiento Pro-Dignificación en la UAdeC de 1984; la indignación social generalizada y las protestas ciudadanas que provocó la masacre de Allende de marzo de 2011, crimen de lesa humanidad que sigue impune; las luchas de lustros del magisterio coahuilense contra el charrismo y el patrimonialismo sindicales; la lucha contra la elección fraudulenta de 2017 que ilegal e ilegítimamente le dio el triunfo a Riquelme, la cual fue encabezada por el frente de partidos y ciudadanos denominado Coahuila Digno, hoy traicionado por la coalición vergonzosa entre el PRI y el PAN; las batallas fragorosas de colectivos de ciudadanos por el medio ambiente, los derechos humanos, las demandas más sentidas de las mujeres, los migrantes, los desaparecidos, entre tantas otras, durante las últimas décadas.

Guardando las proporciones y con la humildad que el asunto amerita, el Movimiento Coahuilense abreva en esa rica tradición de luchas sociales, como guía insoslayable que nos ayuda a enfrentar los grandes retos del presente.

¿Contra qué y contra quiénes luchamos?

• Contra la perpetuación antidemocrática de más de 93 años de gobiernos priistas.
• Contra el régimen de corrupción, de limitación de las libertades constitucionales, de violaciones recurrentes de los derechos humanos, de inseguridad pública, de injusticias sociales extendidas, de manejos patrimonialistas de cargos y presupuestos, que, como sabemos por vivencias propias, han caracterizado al Moreirato de los tres últimos sexenios, incluido el de Miguel Riquelme, y ahora son el sello distintivo de Manolo Jiménez.
• Contra el daño al patrimonio de los coahuilenses que representa la deuda de más de 41 mil millones de pesos, entre la bancaria y a proveedores, por la cual, hablando de la primera (39.6 mil millones de pesos a diciembre de 2022) se han pagado alrededor de 54 mil millones de pesos en su servicio de 2011 a 2022, más lo que se acumule.
• Contra los beneficiarios del régimen de corrupción, que vienen a ser una suerte de versión contemporánea de lo que los griegos llamaban la cacocracia, traducida como el gobierno de los peores, los delincuentes; cleptócratas redomados (de cleptocracia, que alude al dominio de los ladrones), pero también plutócratas, es decir, los indecentemente adinerados, hablando de dineros mal habidos.

¿Para qué luchamos?

• Para conseguir, vía las elecciones del 4 de junio, la alternancia política, esto es, que el PRI deje de gobernar en Coahuila, como condición necesaria de las transformaciones profundas, yendo en alianza con los ciudadanos en general que hagan suya nuestra causa, con o sin partido, también con los militantes de base y los simpatizantes de los otros institutos políticos que estén inconformes y desencantados con las decisiones cupulares de las partidocracias.
• Para alentar los cambios de fondo en beneficio de todos, especialmente los más necesitados, de acuerdo con las grandes directrices de la Cuarta Transformación.
• Para impulsar el desarrollo económico y social equilibrado de las regiones del estado, de tal suerte que no haya regiones de primera y regiones de segunda.
• Para hacer un uso probo, austero, con orientación social y auditable del presupuesto público, asumiéndolo como el impulsor por excelencia del desarrollo económico y social sustentable con justicia distributiva.
• Para generar condiciones que faciliten las inversiones privadas, nacionales y extranjeras, dando preferencia a las que tengan fuertes impactos sociales positivos.
• Para ponernos a la vanguardia en transición energética, reconversión productiva de las regiones, aprovechamiento óptimo de la vecindad con Estados Unidos, y en el impulso de proyectos de avanzada de las llamadas nuevas economías.
• Para impulsar los proyectos productivos en el campo coahuilense en beneficio de las mayorías del medio rural, poniendo énfasis en el mejoramiento de las condiciones de vida de estas, pero sin escatimar los apoyos a los pequeños y medianos agentes económicos.
• Para generar, mediante la reactivación económica, los empleos bien remunerados que está demandando la población, especialmente las y los jóvenes de nuestra entidad.
• Para complementar los beneficios de los programas sociales del gobierno federal a través de la elevación a rango constitucional de los programas estatales, administrados y operados con eficiencia, probidad plena y prohibición absoluta de cualquier condicionamiento político.
• Para mejorar sustancialmente, en cantidad y calidad, los servicios educativos y de salud en general.
• Para resolver de fondo los problemas de disponibilidad de agua de calidad en los 38 municipios, con el fin de hacer efectivo el derecho constitucional al consumo ininterrumpido del vital líquido.
• Para respetar en los hechos la autonomía e independencia entre los Poderes del Estado.
• Para ajustar el quehacer diario del gobierno al marco constitucional.
• Para garantizar todas las libertades y los derechos humanos consagrados en nuestra Carta Magna.
• Para generar y mantener las mejores condiciones de seguridad pública en toda la geografía del estado.
• Para que los corruptos paguen con cárcel por sus fechorías, habiéndose procedido conforme a derecho.

Llamado

Por todo lo dicho, a nombre del Movimiento Coahuilense y el Partido del Trabajo que generosamente me adoptó como su precandidato a la gubernatura, hago un atento y respetuoso llamado a los hombres y mujeres de buena voluntad a que se unan a nuestra causa, que está llamada a ser la causa de todos los bienquerientes, principalmente de los humillados y ofendidos por décadas de corrupciones e injusticias al por mayor.

El Movimiento cuenta con muchos espacios para alentar la participación de los coahuilenses, pues nos hemos dado a la tarea de ir creando los movimientos de mujeres y jóvenes, pero también de campesinos, trabajadores, estudiantes, profesionistas y demás sectores sociales. Las puertas están abiertas para todos porque tenemos la convicción de que los cambios de fondo solo se pueden alcanzar a través de la participación libre y decidida del pueblo, en comunión con gobiernos auténticamente democráticos.

POR EL BIEN DE TODOS, PRIMERO LA ALTERNANCIA POLÍTICA, COMO CONDICIÓN NECESARIA DE LA TRANSFORMACIÓN PROFUNDA

A T E N T A M E N T E

Ricardo Mejía Berdeja

Saltillo, Coahuila, 5 de febrero de 2023

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba